Remanso…
Idilios vivos en
corvas y fauces
Paseantes sin
rumbo
Oscuras reminiscencias
de luces opacas
Verde tu
atuendo joven
Dorados del
maduro atardecer
Viandas buscas,
y te agrego a mi boca
Fuente sin
reticencias de un mundo evadido.
Lastres en las
manos viejas
De un hombre
que quiebra el silencio
Con el
sigiloso paso
A veces en
remanso de río detenido
Otras en
riachuelos de pétreas asperezas
Mas qué
importa si soñar, sueño contigo
Y bajo mi piel
sigues transitando mi festejo.
Cúbrome de que
adules al sol de la tarde
Siéntome pertrechado
con andamiajes excelsos
Discúlpome ante
tus ojos por no ser más regio
Póstrome en el
habitáculo de tu alter ego
Válgome de las
huellas en mi alma
Descúbrome asido
a tu grupa de tiempo y miel
Redescúbrote amando
con ojos encandilados, mi efigie.
Ya sé que me
sientes, al hundir mi pequeño envite
Mientras la
aurora redibuja candiles silentes
Abajo en
nuestro remanso, sí remanso escogido
Donde yacer
sin miedo, a la espera de la hora
Tiempo que
titila cuan vestal risueña y alegórica
De cuentas
alisadas al sosiego de tu cuello palpitando
Enfebrecido
pose de unos labios de dulce agua desleída.
Quiero ser la
pátina que dibuja tu lecho
Escogiendo las
minucias de brillante resplandor
Acicalando el
cubierto atardecer de hojarasca olvidada
Oscilación infinita
de aleros tibios u hoscos roces
Y eso sí, nada
que nos haga decir el mar está lejos.
©Santiago
Pablo Romero. Bluesman.
Imagen:
FernándezCáceres.