miércoles, 27 de agosto de 2014

Atomizado Tiempo…







Atomizado Tiempo…









Ni son paralelas
Ni perpendiculares al cartabón
Ni siquiera el azul al cielo afanado
Ni el olor a tierra pisada de tus dorados
Ni el abollado torso de cobriza sustancia.
Ni su luz esquiva derramada sobre el muro
Ni tú que estás, sin vérsete bajo la patina
Ni yo que llego, sin detenerme en tu puerta
Ni los enhiestos estolones que auguran futuro
Ni mis sienes aferradas de tus esquinas roídas.
Ni siquiera sé si desvarío o me atormento
Ni quiero, ni deseo hallar otra cosa, otra tú.
No, nada de eso quebró mi sosiego, no.
Es el verde esmeralda que congelado se vuelca
Es la línea que recorta tu estela moldeada
Es el rojizo carmesí que rizas para embaucarme
Es aquella sensación de saberte tras ellos
Es imaginación que me quema y me atrapa.
Es un simple macetón lleno de vida, sin época
Es atomizado tiempo que desliza sus lágrimas
Es una sal escondida tras un hombre que rima
Es vida desabrida cuando te busco y no te hallo
Es fulgente amanecer al saborear tu silente dormitar.
Es pequeña minucia de ardor en plenitud viva
Es huella de tu paso por mi piel al anochecer.
Sí, todo eso y más delineas en tus sinusoides, Sí.

©Santiago Pablo Romero. Bluesman.

Imagen:FernándezCáceres.

lunes, 11 de agosto de 2014

Entre Piedras…

Entre Piedras…

Arrancadas en la entraña misma de una madre
Desgajadas a golpe de cincel, aire o cielo
Así fuisteis halladas, convenidas por sus manos
Juntadas por las ansias de orden impertérrito
Elevando muros perfectos, rudos, altivos, fatales
Barrera llena de artificios que coronan a unos
Aparta a otros, delimita el sitio mutuo, la unión.
El tiempo hizo aparecer grietas, palabras sutiles
Verdades escogidas que crecen cuan hierba hendidas
Mustiando la fiereza de la pétrea efigie, aligerando
Ardores inverosímiles que ruedan sin aspavientos
Para mostrarnos la grandeza de asumir la complicidad
De soñar libres sin barreras naturales, menos artificiosas.
Hombres y mujeres, que alimentan al alba, esa hierba
Esos bravíos helechos que una vez supimos sembrar
A cuatro manos, sin remordimientos, asiendo las risas
Crespones azabaches blandieron las espesas atalayas
Mas fue otro tiempo, unas nieves acompañan su adiós
Hoy el rojizo atardecer estriba en unirnos muy juntos.
Sí, quedan restos, sí. Y acaso el olvido no es bella alma
Que atore las cizalladas venas que fluyen rotundas
No, no olvidaremos la historia, para no pecar ahí mismo
Aderecemos el verdor de quien crece, con raigón cierto
Seamos simiente de un anhelado futuro esplendente
Siseando como las inocentes ninfas al paso del león
Para ser perceptivo a la sencilla melodía del duduk
El rugido escogido sonará en las sienes por siempre
Cuan el sibilino acorde que mesa los cabellos de la cima.

©Santiago Pablo Romero.Bluesman.

Imagen:FernándezCáceres.

domingo, 3 de agosto de 2014

Sencillo es…Decir.

Sencillo es…Decir.


Hoy, he detenido mis pies
A tus orillas
No es, ayer, ni siquiera será, mañana
En el borde de tu magnanimidad
Océano de color intenso
Descolgado por entre las esquivas miradas.
Acaso hube de ser raudo
Incluso corceles de yeguas alazanes, nos perdían
O quizás la jovial inocencia, palpita fuerte
Y mi sal, se descuelga por el rostro
A tu encuentro, sal inmensa
Ambigüedad olvidada, diligente luna de llanto granate.
Tú, quimérico del ulterior devenir
Aplaudes unas hendiduras en el viento
Transmuto mi alma, en hervor
Mi espíritu bardo, se escondía tras los jazmines
Y el laurel seguía creciendo, sin sombras
Allá, silente, esperando mis pasos.
Escogiste leer, optaste por delinearme
Designaste el espacio corto
La cintura bregada, la usanza encinta de sutileza
Aligerando las alas del águila
Exhortando una pequeña llama, tenue regocijo paciente
Nutrido por apenas tiempo inmemorial, jubiloso.
Sencillo es decir, sencillo deshilar aquello lindo
Tejido con manos diestras
Al atardecer de este otoño que pasa acariciándonos
Mostrando la oportunidad prendida del aire
Y por qué no, por qué no subir a ese tren
Y recorrer las atalayas del céfiro ausente
Y carcomer las maderas de unos fieles sin pesas
Y alisar los marmóreos oropeles de los insignes
Y apabullar con la miscelánea del bajo, al alto
Cuan sencillo parece, mas cuan sencillo es
No más, sino dejar la elegante parsimonia impedida
Mientras las casuchas se iluminan, sean altares
Pues ahora, es sencillo, todo fluye…pero el río
El río y sus meandros, siempre estuvieron…

©Santiago Pablo Romero:Bluesman.
Imagen: FernándezCáceres.