El Soto…
Abrí mis
párpados enquistados
Dejé aparcada
la noctívaga oscuridad
Plúmbeas runas
alojadas en tu piel
Hiciéronme ver
las marcas, preguntarme
Te estás yendo,
o mis ojos están atrapados.
Fluencias de
brillo sinuoso
Atestiguaban tus
singularidades, sí más
Ha de haber
más, gritaban en silencio
Tus pústulas manando
savia generosa
Cuan sangrado
adolorido.
Ello depuso mi
quietud perene, mis gravados pies
Un empellón
del viento, tu cómplice
Te me apartó,
te me desgajó de las faldas
No más, apenas
unos espacios sin medida
Una brazada en
equilibrio, fuera de tu cobijo.
Equilibrio que
quema, releva el inconcuso asilo
Que me
otorgaste, mientras fuimos una tez
Cubriendo el
mismo sino, visando la misma luz
Y repeles mi
presencia, me empujas fuera
Lejos de tu
influjo, de tus súplicas y gajes, vete.
Aquí me
hallo, en la distancia, corta o larga
Efímera porque
no iré lejano, ya te descubrí
Dilación me
otorgo para sentir tu grandeza, soto
Inmenso manantial
de vida que me pariste
Cuan fácil ser
ciego, si tus párpados te abren.
Ya nada es
igual, sé que existes, te conozco soto
Desde las
entrañas, sin explicarme cómo
En tu alarde
de retiro, rayando horizontes
Generoso tú,
soto, por cobijarme y acogerme
Entre las
misceláneas de otros, sin menosprecio.
©Santiago
Pablo Romero.Bluesman.
Imagen.FernándezCáceres.
Precioso tu poema, y bellísimos los Lienzos de José Manuel Fernández Cáceres, van increíble con tus maravillosas letras querido poeta.
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