Pende
verticalidad y forma
Inhiesta como
sostén
Nada sabe de
principios ni fin
Cubre el
trayecto
Entre su bajo
fondo, y la altura
Licuando la
sed en saciedad
Agua que torna
al hombre
Necesidad
manifiesta de vida
Dada al rincón
magno
Otrora edén
idílico.
Oro sin
precio, valor inmaculado
Dados sin
suerte, o fortuna
Nada escapa al
detalle
Anacoretas o
pintores, pinceles
Lanas húmedas
o tierra firme
Estrías en el
barro cocido
Cuentos de
moho y humedad
Nulidad o
acierto, casta mirada
Incierto el
sabio, cuna de antaño
Piden
historia, recuerdos, arabescos.
Podremos
taponar sus manantiales
Incendiar sus
heridas
Nadar en las dársenas
del olvido
Cubrir aquello
descrito en unos labios raídos
Entonar el
ulular de un desierto
Labrar el
oasis donde fuimos ángeles
Adorar efigies,
o ancestros de humana santidad
Necesitar atar
bien fuerte la memoria
Diríamos que
hasta sonar en lontananza
Orates
pergeñados con el ardor del bardo.
Pincelando lentamente,
me retienes, me sujetas
Sin comprender
que eres amo y señor de las cuencas
Los ríos
siguen llegando a saciar tu inmenso principio.
©Santiago
Pablo Romero.Bluesman.
Imagen:
FernándezCáceres’15
Agua que torna al hombre…Necesidad manifiesta de vida…Dada al rincón magno
ResponderEliminarOtrora edén idílico…… Pincelando lentamente, me retienes, me sujetas…Sin comprender que eres amo y señor de las cuencas…Los ríos siguen llegando a saciar tu inmenso principio….. Que Inmenso eres mi querido poeta tus letras portan cada uno de los sentimientos como ese pozo lleno de huellas y de recuerdos, en cada gota de agua se siente como un manantial de vida, preciosas tus letras que siempre son un regalo para el espíritu y precioso ese arte de José Manuel Fernández Cáceres que tú lo logras interpretar de una forma única, maravilloso querido poeta, gracias por el lujo de leerte, un abrazo.